Tierra de Brumas

Tierra de brumas es una novela de tradiciones y supersticiones, de magia y religiosidad, de meigas, grelos y santas, de amor y rencor, de secretos familiares por desempolvar. Una dulce y entrañable invitación de Cristina López a adentrarnos en unas tierras donde reina la magia. 

Resumen

Cuando Valentina se queda huérfana a los once años, se ve obligada a atravesar el océano desde su Habana natal a la Galicia de sus antepasados para quedar al cargo de su abuela, Bruna Mencía, marquesa de Novoa. La matriarca la recibe en su solitario, decadente y majestuoso pazo y comienza a educarla para convertirla en la heredera de la dinastía. 

Valentina conocerá a través de Bruna la convulsa historia de su familia y cómo la salvaje estirpe de las mujeres Mencía, criadas por la naturaleza en las profundidades del bosque gallego, se unió a la aristocrática dinastía de los Novoa, la más rica de la región. Las historias de amor y poder entre ambas familias, que han pervivido durante muchos años, marcarán el destino de Valentina, que tendrá que decidir si continúa o no con ese linaje, extraño para ella, plagado de intrigas y culpas secretas. 

Una prodigiosa historia de tradición y modernidad, de civilización y barbarie, de espíritus y profecías, de grelos y camelias, de reinas y santas, de meigas y lobas, en la que los personajes se debaten entre tomar los caminos escogidos para ellos o elegir libremente su propio destino. Una maravillosa novela que recoge toda la magia y el misterio de una tierra de leyenda. 

Impresiones

Cuando Valentina queda huérfana a los once años no le queda más remedio que dejar atrás a su alegre y adorada Cuba, y trasladarse a Galicia, donde su abuela la espera en un majestuoso y decadente pazo. Tierra de Brumas narra la historia de las Mencía, una estirpe de mujeres que según palabras de Bruna Mencía, o eran locas o reinas o santas o borrachas. Bruna es reina, y anhela ver a su pequeña nieta, Valentina, como su heredera. Pero la niña no quiere ser reina, ella es revolucionaria, como su madre. Así pues a Bruna no le queda más remedio que desempolvar sus recuerdos y mostrarle a su nieta los orígenes de su dinastía. 

Tierra de Brumas es una de esas historias que se deben saborear lentamente, aunque la trama te incite a devorar sus páginas, no hay que sucumbir a la tentación, sería casi un pecado. Y es que sumergirse en cualquiera de sus novelas es un deleite para los sentidos. Con un estilo muy evocador y una prosa cuidada, elegante y exquisita, Cristina López nos irá desvelando los episodios más importante de los protagonistas del árbol genealógico de dos estirpes destinadas a estar unidas, ya sea por el hilo del amor o por el del odio. Pero como os decía, no os dejéis llevar por las prisas, ya que pueden no solo perderse detalles imprescindibles sino también privarse de disfrutar de descripciones minuciosas rebosante de belleza y portadoras de emociones infinitas. 

Tierra de Brumas está ambientada en Galicia, tierra de meigas. Tradiciones y supersticiones conviven en bosques infinitos de vegetación exuberante donde se refugian cientos de leyendas evitando caer en la trampa del olvido. Sin lugar a dudas, la ambientación es uno de los puntos fuertes de la novela, pues os puedo asegurar que Cristina López consigue trasladarnos a ese bosque mágico, sentir su frescura, su olor, su vida. 

Los personajes, perfectamente perfilados a lo largo de la trama, rebosan vida y están envueltos en un velo de misterio que cautiva desde las primeras páginas. Las Mencías son mujeres impetuosas y salvajes, con una fuerza vital arrolladora, que persiguen sus sueños con pasión, lucen sus heridas con orgullo y se crecen ante las adversidades. Por su parte, los Novoa representan a esa aristocracia encorsetada acostumbrada a que el mundo gire a su alrededor. Son los más poderosos de la región y sin embargo no pueden evitar ser arrollados por ese fuerza que emanan las Mencías. 

La novela se desarrolla entre el presente, protagonizados por Bruna y Valentina y el pasado, a través de flashbacks con cambios de narrador, donde conoceremos a la Loca Tomasa, María la Santiña, al feroz José Novoa o al niño de los espíritus, Jacinto. Estas tramas que se irán desvelando poco a poco, alternándose con episodios del presente, con gran maestría por parte de su autora. Una trama aparentemente sencilla, pero que esconde mil matices esperando deleitar a los lectores más exigentes. 

Tierra de brumas es mucho más que la historia de una saga familiar. Cristina López teje una historia vibrante, evocadora, lírica, intensa, emotiva e inolvidable que más que leer, vives, pues es inevitable no embriagarse con el perfumen de esos frescos bosques ni dejarse atrapar por la fuerza sus personajes. Pura emoción. 

"... y para no sufrir la vergüenza de llorarle de amor en la primera cita, se aflojó con la mano libre el cuello duro y la abrazó tan rápido que Bruna no pudo defenderse, y pegó sus labios a los de ella mientras las lágrimas se le caían a mares por las mejillas y mojaban el beso, el primero de los dos, y a Bruna le invadió una ternura inmensa y le besó otra vez porque los labios eran suaves, anchos y salados como las riberas del mar, y se hundió en ellos mientras pensaba: ya está, ya está, mi gorrión mojado, yo te enseñaré a volar..."

* Gracias a la editorial Plaza & Janés por el ejemplar