Un amable y entrañable reencuentro con el Señor Darcy y la joven Elizabeth Bennett. Gente de Pemberley de Marie-Laure Sébire es una novela romántica que sin más pretensiones que las de entretener al lector consigue trasladarnos a la Inglaterra de Jane Austen.
Resumen
Al cerra el libro o acabar la película de Orgullo y Prejuicio, uno se pregunta... Y después ¿qué?. Jane Austen dejó allí las semillas de mil conflictos y aventuras en una Inglaterra en plena mutación y en un mundo cada vez más al alcance de la mano. Respetando a los personajes magistralmente descritos por Jane Austen, pero sin necesidad de haber leído su obra, la autora le llevará a Pemberley, la elegante mansión campestre de los Darcy donde culminó esa historia de amor que ha apasionado a generaciones. Verán como los problemas latentes se resuelven... o no, y como las generaciones siguientes serán artífices de la nueva era que se abre o víctimas de una sociedad que ve peligrar su ancestral modo de vida.
Impresiones
Seguro que más de una vez os habéis quedado con ganas de saber más sobre esos personajes que se han colado sin avisar en vuestro corazón. Orgullo y Prejuicio es una de esas historias que cautiva, que dejan una huella imborrable en nuestro ser. Saber lo que Jane Austen le deparaba a esta peculiar pareja es imposible de adivinar, pero gracias a Marie-Laure Sébire nos podemos hacer una idea bastante coherente.
Con la única pretensión de divertir a su nuera, que estaba pasando un mal momento personal, la autora francesa, licenciada en derecho mercantil, se inicia en la magnifica aventura de escribir un libro. Algo que empezó como un simple juego, terminó siendo la secuela que siempre quiso leer de Orgullo y Prejuicio. Y tal fue el éxito entre su entorno, que ella misma, residente en Granada, traduce la novela al español.
El resultado es Gente de Pemberley, un libro entretenido y ameno que ha volado en mis manos, casi sin darme cuenta, pese a superar las quinientas páginas. Si es cierto que antes de iniciar su lectura deje a un lado las expectativas, no quería encontrar en sus páginas a Jane Austen, es imposible. Su estilo es tan personal que nunca otra pluma será capaz de usar la ironía con tanta maestría. Pero si deseaba encontrarme de nuevo con los personajes tan bien definidos por la escritora inglesa.
Delante de mi, en mis manos, sólo un libro. Pero era inevitable, allí se alzaba majestuoso Pemberley, la residencia de los Darcy. Un lugar de ensueño que verá nacer a los hijos y nietos de la pareja. Un hogar en el que se forjará un amor eterno. La novela de Sébire retoma las aventuras y desventuras del honorable Señor Darcy y la alegre joven Elizabeth Bennett, dejando relegada a un segundo plano la crítica de la sociedad victoriana, gran protagonista en la novela de Austen. Poco a poco nos adentramos en los secretos de esta familia, llegando a sufrir sus penas y disfrutando con sus alegrías. Pero sobre todo, veremos como evolucionan, dejando a un lado los prejuicios inculcados por una sociedad puritana anclada en costumbres ancestrales. Ellos se revelarán porque el amor, es y debe ser, la fuerza que mueva al mundo. Y la búsqueda de la felicidad, el mayor reto que nos presenta la vida. El matrimonio Darcy será ejemplo a seguir para sus hijos, y objeto de envidias para la sociedad victoriana de la época.
Pese a ser una secuela, no hace falta haber leído Orgullo y Prejuicio para no perderse detalle de esta novela. Aún así, la editorial ha incluido un breve prólogo para situar al lector. Pero si su previa lectura no es necesaria, si creo que es imprescindible para cualquier apasionado a la literatura. No me cansaré de decirlo, Orgullo y Prejuicio es una obra maestra de la literatura, uno de esos libros imprescindible en cualquier biblioteca personal.
La ambientación es uno de los puntos fuerte de este libro ya que la autora no escatima en recursos para describir la belleza sin parangón de este lugar de ensueño. Desde sus habitaciones a los jardines, el lector se paseará por cada rincón que atesora estos muros levantados por los Darcy, y que se convertirá en el refugio para cada uno de los miembros de la familia.
Pero Pemberley no es el único escenario de esta obra, Sébire nos invita a conocer un poco mejor otros países como Escocia, Francia e incluso el continente americano con sus exhaustivas descripciones no sólo del lugar sino también de sus gentes, costumbres e incluso de la gastronomía. También es interesante ver la evolución de los personajes y de esas costumbres casi ancestrales de la sociedad inglesa. Y es que algunos de esos pilares que parecían infranqueables, empiezan a ser cuestionados, tal como se observa en la novela.
En Gente de Pemberley la trama avanza a un ritmo sosegado, sin prisas, pero sin pausas. El estilo de Sébire es claro y conciso, pero desprende calidez. Abundan las frases cortas y los diálogos, lo que junto al uso de un vocabulario sencillo ofrecen realismo y naturalidad. Sin embargo, y pese a ser una segunda edición, he encontrado algunas erratas e incluso una frase superpuesta, algo que puede llegar a distraer al lector.
Gente de Pemberley desde sus primeras páginas se muestra tal y como es, una secuela realizada desde el más profundo cariño a una obra capital de la literatura. Un viaje entre la nostalgia y el romanticismo. Una novela entrañable que no intenta más que ser una lectura agradable para todo aquel que desee volver a perderse en esa Inglaterra victoriana de la mano de la familia Darcy.
"La buena sociedad londinense no está hecha para los sentimentales ni para los idealistas, está poblada de depredadores que no tienen ningún miramiento hacia los corazones frágiles."
*Gracias a la editorial Chiado por el ejemplar