Con El último akelarre, un thriller ambientado entre Zugarramundi y Bilbao, cierra Ibon Martín la trilogía protagonizada por la escritora Leire Altuna y la ertzaina Ane Cestero, invitándonos a sumergirnos en una estremecedora caza de brujas.
Sinopsis
Bilbao se prepara para una noche festiva cuando un macabro asesinato atrae todas la miradas hacia la imponente chimenea del parque de Etxebarria. Un joven estudiante de la Universidad de Deusto, pende envuelto en llamas de su vieja estructura de ladrillo. La elección del momento y el lugar apunta a un crimen ritual. La escritora Leire Altuna y la ertzaina Ane Cestero dirigirán una investigación en la que se enfrentarán a grupos neonazis, sectas destructivas y demoledoras intrigas familiares.
Las pesquisas desenterrarán una turbadora conexión con una extraña muerte ocurrida en Zugarramundi tres años atrás. Bajo su aparente postal idílica, el pueblo de los akelarres esconde secretos desgarradores que funden religión, viejas tradiciones y odios seculares. El equipo investigador tendrá que escarbar entre ellos si quiere hallar respuestas y comprenderá que los ecos de la caza de brujas que aterrorizó hace siglos la comarca flotan aún entre sus habitantes.
Ibon Martín traza una inquietante historia que lleva al lector desde las vibrantes orillas del Nervión hasta los solitarios caseríos del norte de Navarra; desde los veloces ritmos del siglo veintiuno hasta los oscuros años del Santo Oficio. Una obra impactante, adictiva y estremecedora.
Impresiones
Conocí a Ibon Martín en La fábrica de las sombras, un thriller inquietante de ambientación exquisita y atmósfera asfixiante, que me puso la piel de gallina y me mantuvo con el corazón en vilo durante toda la trama. Con tal experiencia tenía claro que si se volvía a cruzar en mi camino una novela del autor vasco no lo dejaría pasar. Y si cruzó en mi camino. Y una vez más, gracias a Laky de Libros que hay que leer y sus Lecturas Conjuntas. Y no, no falté a mi palabra.
Bilbao. Un emocionante final de regata se está celebrando en su Ría cuando el olor a carne quemada y unos escalofriantes alaridos sacuden a los allí presentes. Todos fijan su mirada en un punto, la chimenea del parque de Etxebarria donde cuelga un cuerpo presa de las llamas. Una imagen que no podrán olvidar fácilmente.
No es de extraña que un crimen tan cruel desaté la alarma social. Los responsables lo tienen claro, quieren que la investigación sea dirigida por la inspectora de la ertzaina Ane Cestero, pues pese a su juventud, le precede un expediente intachable. Pero en la sede policial de Bilbao no sentará nada bien está decisión, ya que consideran tener suficientes buenos profesionales y no es necesario recurrir a nadie de fuera. Cestero deberá no solo evitar que se desate en pánico en la ciudad ante la posibilidad de nuevos crímenes sino también lidiar con unos compañeros que no le pondrán las cosas fáciles. Pero no estará sola, contará con la ayuda de Leire Altuna, una escritora con la que ya ha colaborado en el pasado. Así pues, dos lineas de investigación, una oficial y otra extraoficial, nos llevarán a un pequeño pueblo navarro, Zugarramurdi, conocido por un cruento episodio negro de su historia protagonizado por la Inquisición. Una caza de brujas que ni el paso del tiempo ha conseguido olvidar.
Con un intenso pulso narrativo que se mantiene hasta el final, Ibon Martín teje un thriller inquietante, que nos llevará desde Bilbao a Zugarramurdi, a través de dos hilos temporales. Tres tramas argumentales, dos de ellas ambientadas en 2015 y una tercera en 1906, todas aparentemente independientes hasta que confluyan en un desenlance sorprendente, pero a la vez, muy coherente con la trama. Sorprender al lector en su justa medida, sin elementos ni hechos que chirríen... no es cosa sencilla. A veces los autores caen en la tentación de regalarnos un final impactante y sin embargo, lo que consiguen realmente es dejarnos un sabor a "falsa" demasiado intenso.
Como os decía, El último akelarre está estructurado en dos hilos temporales que recogen tres tramas argumentales independientes. De la mano de María, una joven pastora y comadrona, nos adentraremos en aquel Zugarramurdi que sufrió la mano dura de la Inquisición. El propio autor nos confiesa en el prólogo que ha utilizado las descripciones de los martirios tal como aparecen en las fuentes históricas. Es importante tener este dato en cuenta para disfrutar aún más de estos capítulos ambientados a principios del siglo XVII.
Estos capítulos se alternaran con el hilo temporal del presente, donde veremos trabajar por separado a Ane, en Bilbao, y Leire, en Zugarramurdi, pero ambas con un mismo objetivo, dar caza al asesino. Asimismo, iremos conociendo poco a poco a Nekane, una joven quesera del pueblo navarro, inmersa en los preparativos de un acontecimiento que está a punto de cambiarle la vida: ha sido invitada a participar en un prestigioso concurso gastronómico al otro lado de la frontera, en Francia.
Mencionaba antes que el autor ha incluido en la narración descripciones históricas de las acusaciones y martirios sufridos por los presos de la Inquisición. No es el único guiño histórico que nos encontraremos, pues también ha mantenido los nombres reales de los Inquisidores. Con la llegada del Santo Oficio a la comarca se desata el terror en una población que ya había oído rumores sobre las atrocidades cometidas al otro lado de la frontera. A través de María, seremos testigos del miedo y la impotencia de los injustamente acusados. Solo el testimonio de un vecino ya era una prueba irrefutable para los Inquisidores. Y cuando el miedo y la ambición andan detrás... Os sorprenderá la de cosas que se podían inventar, y aunque parezcan ficción, fueron testimonios reales.
Así es como una vez más, Ibon Martín consigue crear una ambientación exquisita, a base de descripciones detallistas tanto de escenarios como de emociones. Con un ritmo pausado, algunos giros inesperados y una trama que hunde sus raíces en el pasado para explicar unos crímenes contemporáneos, el autor vasco vuelve a cautivarme, convirtiéndose en un valor seguro al que recurrir si me apetece un buen thriller.
El ultimo akelarre no es una novela de ritmo frenético, pero engancha y mantiene al lector en vilo hasta el instante final. Y esto es posible gracias a la habilidad del autor en el manejo de la tensión narrativa. Los personajes, perfilados con detalle y mimo, consiguen transmitir su desesperación, angustia, anhelos, inquietudes... Y aunque la caza de brujas que sufrió la comarca navarra en el siglo XVII es el tema principal de la novela, el autor aprovecha para introducir otros temas más actuales como las sectas, las tradiciones populares o la diferencias en el ámbito laboral al que se enfrentan las mujeres en su día a día.
Así pues, no me queda más que reconocer que Ibon Martín ha cerrado esta trilogía magistralmente, regalándonos un thriller escalofriante de magnifica ambientación que nos traslada al siglo XVII para hacernos testigos de las atrocidades cometidas por el Santo Oficio en tierras navarras. Y todo ello, narrado con una elegancia exquisita, porque aunque se tratan temas macabros el autor no se deja llevar por recursos fáciles, sugiere más que muestra, siendo siempre fiel a la realidad. Chapó.
"Una bola de fuego colgaba a media altura de la chimenea de ladrillo que se alzaba sobre la zona verde. Parecía una hoguera, una más de las muchas celebraciones de aquella noche en la que el deporte había convertido Bilbao en una gran fiesta. Sin embargo, la silueta que se adivinaba entre las llamas y sus espeluznantes lamentos no dejaban lugar a dudas. Tampoco el olor a carne quemada que flotaba sobre el Nervión"
* Gracias al autor por el ejemplar