Los hijos de los dioses de Paula de Vera es la primera parte de una trilogía que nos adentra en un mundo fantástico donde cuatro elementos deberán luchar por mantenerlo a salvo. ¿Lo conseguirán?
Resumen
Marco, Cora, Ray y Sandra son los cuatro jóvenes componentes de una banda de rock de segunda división y sin demasiado éxito en el panorama musical. Su vida consiste en subsistir día a día alternando trabajos temporales a la espera de que llegue su gran oportunidad. Pero eso cambiará el día que una joven muera en extrañas circunstancias, cambiado su destino para siempre y empujándoles a huir para salvar sus propias vidas.
Una historia de rebelión contra la injusticia en la que se combinan amistad, traición, amores y desengaños.
¿Te atreves a creer?
Impresiones
Cuatro amigos unidos por la música viven, o más bien sobreviven, a base de trabajos temporales mientras esperan encontrar su gran oportunidad. Marco, Cora, Ray y Sandra comparten un mismo sueño, triunfar en la música.
Una noche más Sandra tiene una pesadilla. Es algo recurrente en los últimos meses, sin embargo, esta tiene especial intensidad. Es tan real... La vida a veces tiene giros inesperados que derrumban hasta los más firmes cimientos. Y es precisamente lo que les va a suceder a nuestros cuatro protagonistas. Unos jóvenes aparentemente normales están a punto de vivir la aventura más excitante de sus vidas.
Sin previo aviso, se han convertido en "los cuatro elementos" y corren un grave peligro. Terribles criaturas monstruosas les acechan, pero contarán con la ayuda de los hijos de los dioses para no sólo sobrevivir, sino salvar al mundo.
Así nos introduce Paula de Vera en un mundo mágico, oculto para el resto de los mortales. Los hijos de los dioses reciben sus poderes en función de su signo del zodiaco. Por citar un ejemplo, un piscis es hijo de Neptuno, dios del agua, por tanto sus poderes estarán relacionados con la manipulación de este elemento. La naturaleza funciona gracias a la perfecta conjunción entre los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Su destrucción sería letal para del orden del mundo. Pero hay personas ansiosas de poder cuyos intereses personales hacen peligrar este orden.
Nuestros protagonistas se han convertido en los nuevos elementos. Cora es el fuego, Marcos el agua, Ray la tierra y Sandra el aire. Unos dones maravillosos que tendrán que aprender a usar si quieren sobrevivir. Para ello, contarán con los hijos de los dioses que los instruirán en la Escuela de Magia. Pero el tiempo corre más deprisa de lo que quisieran y pronto deberán enfrentarse a su destino. ¿Estarán preparados?
Con un estilo ágil, Paula de Vera nos traslada a un mundo fascinante. Aventura, amor, traición, amistad... todo en su justa medida. El resultado es una historia que cautivará sin lugar a dudas a los apasionados al género fantástico.
Uno de los puntos fuertes de Los hijos de los dioses son sus cuatros protagonistas, personajes perfectamente definidos psicológicamente. El lector llega a conectar con ellos desde las primeras páginas. Son jóvenes cercanos, que sufren, sueñas, disfrutan y aman como lo hacemos nosotros. Y por cierto, la relación entre Cora y Marcos es una delicia. Puedo afirmar con el corazón en la mano que me han cautivado para siempre. No puedo decir lo mismo de los personajes secundarios, algunos quedan bastantes desdibujados. Si se hubiesen ido conociendo poco a poco, podría haber procesado mejor la información.
En algunos momentos me sentí algo perdida. Tanta información llega a abrumar. Son muchas casas, cada una con características muy específicas, por eso se agradece que se haya incluido al final un breve dossier recordatorio, que aconsejo tener a mano para saborear la historia como se merece. Es un mundo fantástico y me hubiese gustado vivir un poco más la vida en la escuela, disfrutar más de esa etapa de aprendizaje. Personalmente, hubiese prescindido de algunas partes, demasiado descriptivas de temas menos interesante, como el vestuario que lucían los protagonistas en casa ocasión. Aún así, y pese a sus 600 páginas, resulta una lectura muy adictiva que seguro hace las delicias de esos lectoras ansiosos por descubrir mundo mágicos.
"Sandra se despertó sobresaltada. Un sudor frío recorría su espalda, y la habitación estaba a oscuras. Miró el despertador: 04.00 a.m. Ray dormía a su lado. Lentamente, la joven notó como su corazón recuperaba un ritmo normal, casi perezosamente. Había sido una pesadilla, una de las fuertes. No es que no estuviera acostumbrada: aquellas sombras danzarinas volvían cada cierto tiempo, tomando siempre diferente forma. Pero esta vez... Esta vez... Sandra suspiró, derrotada. Sí, había algo diferente en esta ocasión, aunque no estaba segura de lo que era. De todas formas, algo sí tenía claro. Le producía escalofríos."
* Gracias a la editorial Nova Casa por el ejemplar