Cuento de Navidad

24 de Diciembre. Nochebuena. En pocas horas nos rodearemos de nuestros seres queridos para disfrutar de la noche más entrañable del año. No conozco mejor día para recomendaros Cuento de Navidad de Charles Dickens. Un clásico de la literatura universal que se ha hecho un hueco no sólo en mi estantería, sino también en mi corazón. 

Resumen

El señor Scrooge es un viejo avaro y cascarrabias. No conoce la compasión ni la caridad, tiene el carácter avinagrado y un corazón duro como una piedra que no se ablanda ni tan solo cuando llega Navidad. Pero pronto va a recibir la visita inesperada de tres espíritus, que lo acompañarán a las Navidades de su infancia, del presente y del futuro. Y lo que descubrirá le cambiará la vida. 

Charles Dickens (1812-1870) es, aún hoy, el más leído de los escritores de la época victoriana. Denunció la miseria moral de su tiempo con obras maestras como Los papeles póstumos del Club Pickwick, Oliver Twist, David Copperfield, Tiempos difíciles y Grandes Esperanzas. 

Impresiones 

Adoro la navidad. No es ningún secreto para los que me conocen. Mi casa se llena de luces y adornos navideños, montamos en familia el portal de Belén y también el árbol de navidad. Devoramos mantecados caseros y suenan villancicos cuando menos te lo espera. Así, cada año, sin poner la mínima resistencia, dejo volar libre a mi espíritu navideño. 

Todo lo contrario que nuestro protagonista Scrooge, un viejo tacaño cuya frialdad interior helaba cada una de las facciones de su rostro. Callado, reservado y solitario, Scrooge vivía por y para su negocio. Rechazaba cualquier mínima muestra de simpatía humana. Nunca fue generoso, ni con su sobrino, único miembro de su misma sangre que le quedaba en la vida, ni con su fiel empleado. Tampoco sentía compasión por los miserables que habitaban las calles de la ciudad. De hecho, lo ideal sería que dejasen de vivir, y así regular la tasa de población que empezaba a ser alarmante. 

¡Pobre Scrooge! Cuantas cosas bellas se pierde por no saber abrir su corazón a la caridad, al amor, a la amistad.  Cegado por el dinero, no es consciente que lo único que ha cosechado en la vida es soledad. Pero el destino le guarda una oportunidad y si es capaz de cambiar, reconocer su error y enmendarlo, puede que este a tiempo de alcanzar la verdadera felicidad. Y por que no, disfrutar de unas entrañables navidades. 

Y esa oportunidad vendrá de la mano del fantasma de su socio fallecido siete años atrás, Marley. ¡Menudo susto se lleva nuestro protagonista! Pues Marley estaba muerto, tan muerto como un clavo de puerta, él mismo había firmado su defunción. ¿Cómo era posible? Ambos habían sido amigos porque sufrían de la misma enfermedad, la avaricia. Por eso Marley arrastra una larga y pesada cadena, es su condena por una haber sido tan avaro. Pero hay esperanza. Scrooge aún esta a tiempo de salvarse, siempre y cuando aprenda la lección. 

Esa noche víspera de navidad, Marley le anuncia que durante tres noches seguidas va a recibir la visita de tres espíritus, provenientes del pasado, presente y futuro. Cada uno de los espíritus le irá mostrando diferentes escenas que sucedieron, están sucediendo y sucederán si sigue con la misma actitud tacaña. La visita de estos fantasmas transformará su visión de la Navidad para siempre. 

Cuando Charles Dickens escribió Cuento de Navidad sólo pretendía encantar los hogares de sus lectores con el espíritu de la Navidad. Y muchos años después puedo decir que esta breve y dulce historia sigue cumpliendo su objetivo. Fue escrita en 1837 con la clara intención de denunciar a través de una historia navideña las necesidades de las clases pobres, sobre todo, la de los niños. 

¿Alguna vez os habéis preguntado al finalizar un libro cómo puede ser que no lo hayáis leído antes? Pues es justo lo que me ha pasado con Cuento de Navidad. Todo un clásico de la literatura universal y de mis pendientes, en particular. ¡Cómo he podido tardar tanto en buscarle un hueco! Es una lectura maravillosa que recomiendo a todos, os guste o no la navidad. Y la edición, de la editorial Bambú embellece aún más esta joya de la literatura, pues no me negareis que la portada es una auténtica preciosidad. 

Cuento de Navidad  es un canto a la caridad, a la solidaridad con los más desfavorecidos. Una novela capital en la que Dickens narra la historia de la conversión del viejo avaro Scrooge, con un telón de fondo que pone de manifiesto la situación decadente en la que está sumergida la mayor parte de la población. 

Amigos lectores: hay que leer a Dickens. Disfrutar de su magistral pluma, vivaz, feroz, cómica y muy atrevida. Deleitarse con sus cuidadas e inteligentes descripciones, tanto de personas como de lugares. Magistral. Pero sobre todo, aventurarse a perderse en sus palabras, pues pocos escritores saben crear atmósferas tan absorbentes como  el gran Charles Dickens. 

Y por cierto... 

¡¡FELIZ NAVIDAD A TOD@S!!

"¡Ay, pero que tacaño era Scrooge! Un pobre pecador avariento que agarraba, apretaba, rascaba, exprimía, arrebataba. Duro y cortante como pedernal del que ningún eslabón sacara nunca fuego generoso callado, reservado y solitario como una ostra. La frialdad interior le helaba las facciones, le abrasaba la nariz puntiaguda, le ajaba las mejillas, le agarrotaba el porte, le enrojecía los ojos y le amorataba los labios; y se adivinaba fácilmente en su voz áspera. Una escarcha helada le cubría la cabeza, las cejas y la barba hirsuta. Portaba su gelidez siempre consigo, helaba el despacho de la canícula y no lo deshelaba ni un grado en Navidad"

*Gracias a la editorial Bambú por el ejemplar