Fuimos un invierno es la primera parte de una bilogía con la que Neïra nos presenta a Daniela, una joven que debe encontrase a sí misma después de sufrir una de las traiciones más crueles que puede soportar una mujer. Aún no se sabe cuando se publicará la segunda parte, pero no he podido resistirme más... Y aquí estoy, ansiosa por saber más de cada uno de los personajes de esta novela.
Resumen
Daniela tenía la vida que creía desear: un trabajo que pagaba las facturas, una relación modélica y una amiga íntima. Una estabilidad que la hacía feliz. Sin embargo, en ocasiones y cuando menos lo esperamos, la vida da giros inesperados y la suya dio uno que nunca se hubiera imaginado.
¿Qué pasa cuando todo en lo que creías se desvanece? ¿Qué ocurre cuando de repente no sabes adónde dirigir tus pasos? ¿Qué puedes hacer cuando estás tan perdida que lo único que quieres es agarrarte a lo que sea para mantenerte a flote?
Un accidente de coche, un chico de ceño fruncido y patillas, y una larga lista de casualidades llevaron a Daniela de la mano hacia una nueva vida, pero... ¿estaba preparada para ese viaje o quizá primero necesitaba reconciliarse consigo misma?
Impresiones
Daniela me ha conquistado lentamente, y su historia con Lucas se ha convertido en una de esas historias inolvidables que se cuelan sin invitación en tu corazón, para anidar toda la eternidad. Con sólo ver la portada supe que aquello que atesoraba me cautivaría. Pese a su sencillez, es elegante y derrocha dulzura. Pero en los libros, como en la vida, lo que realmente importa es el interior. Y Fuimos un invierno tiene esa magia irresistible, ese "algo" que la hace única, especial.
El amor surge sin más. Un día, sin darnos cuenta, se enciende una chispa que va prendiendo y cuando somos conscientes de que nos hemos enamorado, siempre es demasiado tarde. No hay marcha atrás. Esa fuerza invisible no se puede controlar. No tenemos elección. Sólo podemos vivir, sentir, experimentar... Dejarnos llevar. Ser nosotros mismos. Regalarnos la oportunidad de ser feliz.
Daniela es feliz. O al menos eso cree. Vive con su pareja de la adolescencia, tiene una amiga desde la niñez y aunque odia a su jefe, el trabajo le reporta estabilidad económica. Una vida tranquila que está a punto de ser sacudida por un huracán con tatuajes. Un accidente de tráfico le cambiará la vida para siempre. El azar ha entrado en juego. Y ese hecho desencadenará otros acontecimientos que llevan a Daniela inesperadamente a un precipicio emocional abrumador. Pero como decía Einsten entre las adversidades se encuentra la oportunidad. Y aunque la teoría esta muy bien, en la práctica... no todo se ve tan sencillo. Nuestra protagonista tendrá que pasar su etapa de duelo, para luego poder encontrarse a sí misma, reinventarse y construir una nueva vida, lejos de ese dolor insoportable que deja la traición de seres queridos.
Sin trabajo y destrozada emocionalmente, vuelve a casa de sus padres y empieza a trabajar de camarera en el pub de Damián, su hermano, con quien mantiene una entrañable relación amor/odio. Será precisamente en ese local, bajo la protección de su hermano y el cariño de sus compañeros de trabajo, donde conozca a Luca, su tabla de salvación.
Luca es descarado, directo, sincero, orgulloso, vivaz y muy, muy divertido. Y Daniela, o Dana, como al él le gusta llamarla, parece tan perdida... Está triste, desorientada, con la confianza rota en mil pedazos. Y él, le ayudará a encontrar su lugar en el mundo, le enseñará a vivir con el corazón como brújula. Así, empieza una amistad muy especial que conseguirá llenar ese vació que tanto asfixia a Daniela. A su lado, vuelve a ser feliz. Pero olvidar un amor, no es tarea fácil. Y aunque Luca, con su aire bohemio tan irresistible, se convierte en ese pegamento tan esperado, es ella la que debe recoger los miles de pedazitos en los que se resquebrajo su corazón. Ella sola. Creciendo y buscándose a sí misma.
Y mientras Daniela lucha contra sus miedos e inseguridades, Lucas verá como su fría coraza parece ablandarse sin remedio, quedando su corazón desprotegido, a la intemperie. Tanto tiempo sin amar, tan acostumbrado a la soledad... ¿Dejará de ocultarse entre las cálidas sábanas de su cama? Entre ellos ha surgido algo, una complicidad especial. ¿Será capaz de amar?
La novela está narrada en primera persona con un estilo desenfadado y fresco. Cuenta con un elenco de personajes fantásticos que me han regalado saludables carcajadas pero también alguna que otra lagrimilla. Momentos divertidos, románticos e íntimos. Y un giro inesperado al final que me tiene ansiosa por al menos, conocer la fecha de publicación de la segunda entrega.
Cuando una autora consigue crear un hilo invisible que te ata al personaje, sintiendo sus miedos, su rabia, su dolor, su alegría... en definitiva, sintiendo con cada poro de tu piel sus vivencias, es algo admirable. Y Neïra lo ha conseguido. Con Daniela, esa joven de pensamiento extraño, he conseguido conectar como pocas veces me ha pasado. Y es que Fuimos un invierno es una novela vibrante cuyos personajes te atrapan por su carisma, espontaneidad y cercanía. Una historia de aventuras y desventuras por ese misterioso camino que es el amor.
"Hay muchos tipos de miedos, pero el miedo a perder a una persona a la que amas es de los que te abren en canal y te destrozan por dentro, que paralizan y te secan, como si te atrevesase un tornado y solo dejara a su paso los pedazos de los que un día fuiste, cuando aún lo tenías"
* Gracias a la autora por el eBook