Sátira política demoledora con grandes dosis de ternura. Los infortunios de Svoboda nos traslada a un pequeño pueblo de la Bohemia para mostrarnos los horrores de la invasión nazi. Pese a la aparente dureza de la temática, la lectura es bastante ágil, agradable, y en muchas ocasiones, incluso cómica.
Resumen
Estamos en un pequeño pueblo de Bohemia donde nunca pasa nada. Los trenes que paran en la estación rara vez traen a nadie interesante. Svoboda, un tipo algo ingenuo y simplón, frecuenta sus andenes desde hace un cuarto de siglo y se dedica a ayudar a los pasajeros a cargar su equipaje. Hasta que un día, en 1939, las tropas alemanas invaden la ciudad, y el porteador aficionado se ve acusado sin saben muy bien cómo de organizar un atentado para a Hitler... Tras la suerte del necio Svoboda adivinamos la historia de todo un país, desgarradora y absurda, como vista por el lado equivocado de un telescopio. Los infortunios de Svoboda, una novela magistral donde la sátira se mezcla con la ternura, trata sobre la facilidad con que fabricamos cobardes y mártires, todo con olímpico desprecio hacia cualquier valor humano.
Impresiones
Tras un mes de vacaciones blogueras, vuelvo para hablaros sobre una de mis lecturas veraniegas, Los infortunios de Svoboda. La elección de esta novela se debe a una costumbre que he adquirido con los años: leer algo ambientado en el lugar al que voy por vacaciones. Praga, capital de la República Checa, ha sido mi destino 2015, y aunque esta novela está ambienta en un pequeño pueblo de la Bohemia, me pareció una perfecta elección ya que tenia bastantes ganas de leer algo de János Székely, uno de los mejores escritores húngaros de todo los tiempos.
Los infortunios de Svoboda destaca sobre todo por la intensidad emocional de sus personajes. Un estilo claro y una trama lineal facilitan su lectura. Su protagonista, Svoboda (que significa "libertad" en checo) es un hombreton pelirrojo tan estúpido como testarudo, cuya mayor desgracia es estar en el lugar menos adecuado, en el momento menos apropiado. Y así, se ve envuelto en un sinfín de adversidades de las que es ajeno por su estupidez. Vive tranquilamente en un pequeño pueblo de la Bohemia chequia donde a su manera, es bastante feliz. Tiene un enorme corazón, trabajo y hasta una amante. Pero su aparente tranquilidad se verá trucada con la invasión alemana.
Su poca perspicacia, unida a los problemas de dicción y a un miedo atroz a morir por una corriente de aire, no lo dejan pasar precisamente desapercibido entre sus vecinos. Así que no es de extrañar que sea el objeto de "entretenimiento" del pequeño pueblecito. Un día sin más, sin saber muy bien como, se convierte en chivo expiatorio de las autoridades alemanas. Y así se sucederán una serie de acontecimientos de lo más absurdos, que aunque tengan de protagonista a nuestro fuerte hombreton, poco a poco el espectador irá descubriendo que realmente el menos idiota de todos es el propio Svoboda.
Los infortunios de Svoboda es una de esas novelas que devoras en apenas una tarde y te deja con ganas de más, de mucho más. Una historia que pone en evidencia la propia estupidez humana. Una crítica a la corrupción política y a las debilidades del ser humano.
Los infortunios de Svoboda destaca sobre todo por la intensidad emocional de sus personajes. Un estilo claro y una trama lineal facilitan su lectura. Su protagonista, Svoboda (que significa "libertad" en checo) es un hombreton pelirrojo tan estúpido como testarudo, cuya mayor desgracia es estar en el lugar menos adecuado, en el momento menos apropiado. Y así, se ve envuelto en un sinfín de adversidades de las que es ajeno por su estupidez. Vive tranquilamente en un pequeño pueblo de la Bohemia chequia donde a su manera, es bastante feliz. Tiene un enorme corazón, trabajo y hasta una amante. Pero su aparente tranquilidad se verá trucada con la invasión alemana.
Su poca perspicacia, unida a los problemas de dicción y a un miedo atroz a morir por una corriente de aire, no lo dejan pasar precisamente desapercibido entre sus vecinos. Así que no es de extrañar que sea el objeto de "entretenimiento" del pequeño pueblecito. Un día sin más, sin saber muy bien como, se convierte en chivo expiatorio de las autoridades alemanas. Y así se sucederán una serie de acontecimientos de lo más absurdos, que aunque tengan de protagonista a nuestro fuerte hombreton, poco a poco el espectador irá descubriendo que realmente el menos idiota de todos es el propio Svoboda.
Los infortunios de Svoboda es una de esas novelas que devoras en apenas una tarde y te deja con ganas de más, de mucho más. Una historia que pone en evidencia la propia estupidez humana. Una crítica a la corrupción política y a las debilidades del ser humano.
"Svoboda era el mozo de estación del pueblo. De ser cierto que las leyes de la oferta y la demanda se complementan, su existencia era poco menos que una anomalía económica. En dicha estación solo paraban dos trenes al día, dos cercanías lentos como caracoles, seniles, humeantes y tiznados de hollín que usaban principalmente los trabajadores de la fábrica: cogían el de las 6.40 y regresaban en el de las 19.10, sin -huelga decirlo- equipaje"