El último adiós

Una apuesta segura. Kate Morton es una de esas plumas capaces de absorberme, de hacerme olvidar la hora que marca el reloj cuando me sumerjo en sus páginas. Una autora capaz de crear historias inolvidables. Y una vez más, y no son pocas, me ha vuelto a cautivar con El último adiós. 

Resumen

Un niño desaparecido...

Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar Loanneth para siempre...

Una casa abandonada...

Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...

Un misterio sin resolver...

Mientras tanto, en el ático de una elegante casa de Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar. 

Impresiones

Hay secretos que no pueden esconderse eternamente por muy cuidadosamente que cuides de ellos. Y es que a veces, pasado y presente están condenados a encontrarse. Es inevitable. Es necesario.

El último adiós es una historia de secretos familiares. Kate Morton vuelve a entrelazar pasado y presente, una fórmula que le ha propiciado bastante éxito.  La novela transcurre en varios hilos temporales. La trama se inicia en 1933, durante la celebración de las fiestas de solsticio, en las que Theo, el hijo pequeño del matrimonio anfitrión, desaparece sin dejar rastro. Nadie sabe nada. Nadie ha visto nada. A partir de este momento, nos moveremos entre episodios ocurridos en 1914 y 1923, en la misma localidad de Cornualles, otros acontecidos en Londres a principio de los años treinta y los contemporáneos, sucedidos en 2003. 

Así pues, iremos no sólo conociendo que le ocurrió a Theo sino también los motivos que causaron tal desenlace. Sin darnos cuenta, nos adentraremos en la historia familiar de tres generaciones. Con gran maestría, Kate Morton nos irá desvelando los más oscuros secretos que esconden las paredes de una mansión de ensueño, la de los Edevane. Pero las apariencias engañan, y tras esas paredes sofisticadas y exquisitas, se esconden los miedos, las esperanzas y los anhelos más íntimos de quienes la habitan.

Una vez más, Kate Morton crea personajes muy bien perfilados, rebosantes de emociones, de vida. Es fácil conectar con cada uno de ellos, incluso con los que actúan contrarios a tus ideales. No los defiendes, por supuesto, pero llegas a entender sus actos. Creo sinceramente que es el punto fuerte de esta autora. Ver crecer a Eleanor de niña a mujer, con su alma aventura, sus inquietudes, sus firmen convicciones, su fantasía, su arrolladora madurez... Es una auténtica delicia. Al igual que la ambientación, sin lugar a dudas, otro de los pilares sobre los que se sostiene esta novela. Con descripciones minuciosas y evocadoras, nos trasladamos a una mansión que guarda tantos secretos como sus propios habitantes. Una casa que es el escenario de un cuento infantil donde la fantasía se funde con la realidad creando un lugar mágico para los sentidos. 

Y todo esto aderezado con una prosa ingeniosa, exquisita y emotiva. Y donde el ritmo no decae en ningún momento. No hay treguas. No hay ocasión para desconectar, ya que cada capitulo es esencial para la historia. No hay episodios insignificantes ni de relleno. Todo está cuidado al máximo detalle. Cuanto más cerca se siente el lector de hallar la solución al misterio, un giro inesperado le sitúa en un callejón sin salida, y vuelta a empezar. Un juego magistral. 

Cómo punto negativo, no me ha gustado la traducción del título al español, ya que creo que "La casa del lago" (en inglés), mucho más representativo para la historia, hubiese sido más acertado que "El último adiós". Pero bueno, esto es una manía muy personal, suelo preferir los títulos en versión original. Y que la única pega que le encuentre el libro sea esta, dice mucho de la magnífica joya literaria que nos regala la autora. 

De lo que no hay lugar a dudas es de lo bien que se le da a Kate Morton crear historias en torno a misteriosos secretos familiares. Descubrirlos delicadamente, mantener al lector en vilo hasta su desenlace. Una vez más, nos regala una historia evocadora, entrañable, vibrante y muy, muy emotiva. Un puzzle donde todas las piezas encajan casi a la perfección. Y digo casi, porque el final me pareció algo precipitado e impide que sea una novela redonda, aunque si muy recomendable. Y es que El último adiós, aunque tiene toques de novela negra, es una de las historias de amor más bellas que he leído nunca. Inolvidable. 

"Enfurruñada, fue lo primero que le vino a la mente y lo peor que podía haber dicho. Egoísta, infantil y sincera. Más tarde se reprendió a sí misma. Los cuatro años siguientes le enseñarían templanza, pero, al mismo tiempo, el miedo y el pánico y su capacidad de contenerlos la volverían feroz"

 * Gracias a la editorial Suma de Letras por el ejemplar