Que siento predilección por la colección Los Ineludibles de Navona es un secreto a voces. Una vez más caigo rendida. Y esta vez el culpable ha sido Golowin de Jakob Wassermann. Todo un clásico de la literatura universal. Y no me extraña...
Resumen
En los convulsos días de la Revolución Rusa, la aristócrata María von Krüdener, acompañada de sus cuatros hijos, sirvientas y un abultado equipaje, huye de su hacienda de Tula, cerca de Moscú, para reunirse con su marido en el sur del país. El encuentro de María, seductora e inteligente, con Golowin, un marinero revolucionario, experimentado y culto, en una miserable posada en las costas del mar Negro, a la que ha llegado después de un viaje en tren, hacinados docenas de fugitivos en un vagón de ganado, alterará las ideas y valores de la mujer, que ella cree firmes, pero que él demostrará que sólo son un parapeto que le ha robado la libertad de actuar y sentir.
Los Ineludibles de Navona es una colección que nos acerca a grandes obras maestras de la literatura universal. Novelas excepcionales que no necesitan un reclamo visual para atraer al lector. No hay portadas atractivas, ni siquiera una breve sinopsis. La editorial invita al lector a sumergirse a ciegas en su lectura, con el único aval de que forma parte de una colección de obras capitales que ningún lector debería de eludir. Doy fe.
Así pues, me encontré en mis manos con una edición sencilla, una encuadernación en tela bastante sobria, pero que derrochaba una exquisita elegancia. Y en sus páginas, una historia de esas que dejan una huella imborrable, de esas que inevitablemente sabes que volverás a leer.
Jakob Wassermann narra cómo María Von Krüdener, una aristócrata rusa, abandona su hogar en Tula para embarcarse en un viaje hacia el sur con sus cuatro hijos y varios sirvientes, en busca de su marido del que no sabe nada desde hace tiempo. No parece algo excepcional si no fuese porque tiene lugar durante los días en los que se desató la Revolución Rusa que acabó con la destrucción del zarismo tras la abdicación de los Romanov y por un encuentro inesperado que hará que se replantee sus más firmes convicciones.
Pese a la corta extensión de libro, el autor hace gala de su prosa tan delicada como contundente, de su capacidad para transmitir emociones, de su habilidad para crear complejos perfiles psicológico y ambientaciones capaces de trasladar al lector hasta ese perdido rincón del viejo continente... Todo es sencillamente perfecto.
Pero si algo merece especial mención son sus diálogos. La conversación final con Golowin es una autentica delicia. El destino cruza sus caminos en una pequeña posada de la costa del Mar Negro. Golowin es un marinero revolucionario con un pesado equipaje vital a sus espaldas y María, una aristócrata sencilla y humilde, pero privilegiada al fin al cabo. Dos personajes tan distintos entre sí desvelando su alma, opinando sobre la vida, sobre el amor... La fuerza que emana de este dialogo es sobrecogedora.
Golowin es una auténtica obra maestra que debe saborearse lentamente, deleitándonos con cada párrafo. Una novela que traza un fiel retrato de la aristocracia de la época, de los privilegios de los que gozaban pero también de su incapacidad para aceptar la perdida de estos. Una invitación a reflexionar sobre el poder de la palabra, del diálogo, a la hora de solucionar conflictos. Un canto a la libertad, a vivir nuestra vida siendo quienes somos y no quienes esperan que seamos. Pero sobre todo, una novela intimista que nos muestra que hasta nuestros más sólidos principios pueden derrumbarse ante determinadas circunstancias.
Una prosa deliciosa, exquisita, cautivadora. Y unos diálogos... ¡Que diálogos! Muchas de sus frases más que calarme hondo, más que fundirse con mi piel... se han aferrado a mi cual enredadera, sacudiéndome por completo al igual que a María. Golowin del escritor judío Jakob Wassermann no ha caído con los años en las sombras del olvido porque brilla con luz propia.
Impresiones
Los Ineludibles de Navona es una colección que nos acerca a grandes obras maestras de la literatura universal. Novelas excepcionales que no necesitan un reclamo visual para atraer al lector. No hay portadas atractivas, ni siquiera una breve sinopsis. La editorial invita al lector a sumergirse a ciegas en su lectura, con el único aval de que forma parte de una colección de obras capitales que ningún lector debería de eludir. Doy fe.
Así pues, me encontré en mis manos con una edición sencilla, una encuadernación en tela bastante sobria, pero que derrochaba una exquisita elegancia. Y en sus páginas, una historia de esas que dejan una huella imborrable, de esas que inevitablemente sabes que volverás a leer.
Jakob Wassermann narra cómo María Von Krüdener, una aristócrata rusa, abandona su hogar en Tula para embarcarse en un viaje hacia el sur con sus cuatro hijos y varios sirvientes, en busca de su marido del que no sabe nada desde hace tiempo. No parece algo excepcional si no fuese porque tiene lugar durante los días en los que se desató la Revolución Rusa que acabó con la destrucción del zarismo tras la abdicación de los Romanov y por un encuentro inesperado que hará que se replantee sus más firmes convicciones.
Pese a la corta extensión de libro, el autor hace gala de su prosa tan delicada como contundente, de su capacidad para transmitir emociones, de su habilidad para crear complejos perfiles psicológico y ambientaciones capaces de trasladar al lector hasta ese perdido rincón del viejo continente... Todo es sencillamente perfecto.
Pero si algo merece especial mención son sus diálogos. La conversación final con Golowin es una autentica delicia. El destino cruza sus caminos en una pequeña posada de la costa del Mar Negro. Golowin es un marinero revolucionario con un pesado equipaje vital a sus espaldas y María, una aristócrata sencilla y humilde, pero privilegiada al fin al cabo. Dos personajes tan distintos entre sí desvelando su alma, opinando sobre la vida, sobre el amor... La fuerza que emana de este dialogo es sobrecogedora.
Golowin es una auténtica obra maestra que debe saborearse lentamente, deleitándonos con cada párrafo. Una novela que traza un fiel retrato de la aristocracia de la época, de los privilegios de los que gozaban pero también de su incapacidad para aceptar la perdida de estos. Una invitación a reflexionar sobre el poder de la palabra, del diálogo, a la hora de solucionar conflictos. Un canto a la libertad, a vivir nuestra vida siendo quienes somos y no quienes esperan que seamos. Pero sobre todo, una novela intimista que nos muestra que hasta nuestros más sólidos principios pueden derrumbarse ante determinadas circunstancias.
"Las mujeres somos seres terriblemente sacrificados. O nos entregamos sin más o nos reprimimos. En uno u otro caso tropezamos, y traicionamos nuestros sueños. Y entonces aparece una mujer que se atrincherado de tal modo que el diablo no tiene cabida. En vano se intenta escudriñar sus puertas y ventanas para encontrar un resquicio de debilidad, pues una misma vive en su propia ruina la envidia la correo"
* Gracias a la editorial Navona por el ejemplar
Yo también tengo predilección por esta colección. La encuadernación, además, aunque sobría, me encanta.
ResponderEliminarAunque creo que el próximo que caerá en mis manos será El bebedor de vino de palma. Este es que me llama menos, sin embargo tengo curiosidad con esos diálogos :-)
Besos.
Coincidimos en nuestras impresiones, es una verdadera joya, como todos los libros de esta colección.
ResponderEliminarBesos.
Qué reseña más preciosa. A mi también me gustó mucho la novela en general y esa conversación con Golowin en particular.
ResponderEliminarUn besote
Buenas. No es de mi estilo de lecturas y no me ha llamado la atención así que no creo que lo lea. Me alegro de que tú lo hayas disfrutado y te haya gustado tanto :)
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la reseña.
Buenas. No es de mi estilo de lecturas y no me ha llamado la atención así que no creo que lo lea. Me alegro de que tú lo hayas disfrutado y te haya gustado tanto :)
ResponderEliminarUn saludo y gracias por la reseña.
Estupenda reseña que me alegro de haber leído porque no conocía esta colección de la editorial Navona y creo que merece la pena. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarEste no es para mí...
ResponderEliminarUn beso ^^
Gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos
Con esta reseña, es imposible no querer leer el libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! No conocía el libro pero la verdad es que no es de mi estilo así que lo dejaré pasar. Muchas gracias por reseñarlo.
ResponderEliminarUn saludo!
Es un libro que tengo ganas de leer desde hace tiempo y con tu reseña como para resistirse
ResponderEliminarBesos
No lo he leído aún, Rosa, pero lo tengo en mi lista. tengo fichados varios de esta colección.
ResponderEliminarbsos!
<Me gustró mucho leerla
ResponderEliminarMe la apunto a mi lista d ependientes. Un beso ;)
ResponderEliminarApuntado queda, gracias por tu reseña.
ResponderEliminarBesos. ;)
Toda la colección tiene una pinta estupenda, este lo sumo a la lista ;)
ResponderEliminarBesitos
No lo conocía, pero queda apuntado. Me encantan estos libros, como dices, no muy largos y elegantes. Tiene una pinta genial.
ResponderEliminarBesoooss!!