El esquema Kassandra

Una guerra por detener. Un amor por vivir. Decir que El esquema Kassandra de Anastasio FdH es una novela de espionaje ambientada en la II Guerra Mundial es quedarme muy corta. Y es que esta historia es también un canto al amor, a la esperanza, a la superación personal frente a las adversidades más crueles que se pueden imaginar. 

Resumen

Marzo de 1941.

Los ejércitos del III Reich se extienden por media Europa... pero si Hitler quería ganar la guerra sólo tenía dos opciones: invadir Inglaterra o somerte a la Unión Soviética en una rápida campaña. Es un momento crucial en la historia. Millones de vida dependerán de las decisiones que se tomen durante esa primavera de 1941. 

Durante aquellos días de extrema tensión, una joven espía al servicio del MI6 británico tratará de escapar a la implacable persecución de la NKVD soviética... para sacar de la URSS el "Esquema Kassandra": un escalofriante proyecto secreto de Stalin que decidirá el resultado de la guerra y quizás el futuro de Europa. 

Esta es la historia de la primera misión de Simón de Haro, el niño que se convirtió en jesuita, el jesuita que se convirtió en agente de la Santa Alianza, el Servicio Secreto del Vaticano, y que intentó detener la más cruel de las guerras del siglo XX... y también es la historia de Hannah Kozlova, una niña judía arrojada a un aterrador orfanato soviético en Leningrado. Es una historia de lucha, de superación, de extremo sufrimiento, de recuerdos de una vida perdida que se entrelazarán con el presente, y de momentos de una desbordante felicidad. 

Impresiones

Cuando Atanasio FdH me propuso leer El compromiso Jacob no pude resistirme. Ambientada en uno de los acontecimientos históricos que más me fascinan, la II Guerra Mundial, la novela prometía una lectura más que agradable. O al menos, era lo que podía intuir tras leer su sinopsis. Acepte el ejemplar y... ¡Que sorpresa! Muy amablemente Atanasio no sólo me lo envió sino que además el paquete incluía El esquema Kassandra, donde se narra la primera misión de Simón del Haro. Aunque eran novelas independientes, me aconsejaba empezar con esta, para así conocer mejor a los protagonistas. Y eso hice... 

Pocas páginas me bastaron para darme cuenta que compartía con el autor esta pasión por la II Guerra Mundial. Y no sólo porque haya decidido ambientar su novela en esta época, si no especialmente por la cantidad de detalles que aporta sobre el conflicto, la descripción exhaustiva de los lugares por los que transitan los personajes y un retrato social e histórico de la época de gran interés. Sin lugar a dudas, unos sólidos pilares sobre los que se sustenta esta historia. 

Pero además, esta pasión por la II Guerra Mundial queda patente tanto en el prólogo como el prefacio donde nos desvela sus numerosos viajes por los escenarios más emblemáticos de este conflicto bélico. Toda una declaración de intenciones, al igual que la dedicatoria del libro "a todas esas victimas que nadie recuerda". 

La historia arranca en el presente, con la narración por parte de Anastasia Paulova al padre Miguel, enviado por el Papa Francisco a la India, de unos hechos pasados que se remontan al año 1929 para concluir con el final de una guerra que sólo trajo miseria y desolación a Europa. 

Tengo que reconocer que al principio me sentí un poco abrumada. Ante mi aparecía un elenco de personajes relativamente amplio aunque trazados con fuerza y una trama que se desarrollaba en varios escenarios bastantes alejados geográficamente, como son Alemania, La Unión Soviética, el Vaticano, Gibraltar... Pero paseando de la mano de Anastasio por la Europa de la década de los 30 del pasado siglo, fui conociendo a estos personajes más a fondo, llegando a encariñarme sobre todo con Hannah, una niña judía que es arrancada de su feliz y apacible vida en Prusia para ser arrogada brutalmente en un orfanato de Leningrado junto a su hermano, Yoyo. Ambos deberán sobrevivir a las duras condiciones impuestas por Sergei, quien dirige el orfanato. Hannah se convertirá en testigo de esa población alienada desde sus cimientos, de la fría y desoladora realidad en la que viven millones de niños en la la Unión Soviética de Stalin. 

Paralelamente, conocemos a Simon de Haro, un joven prometedor jesuita que acaba de ingresar en La Santa Alianza, el servicio secreto del Vaticano, con el objetivo de detener la guerra que está apunto de desvastar al viejo continente. La novela consta de un prefacio, un prólogo y 17 capítulos. Además, cuenta con un amplio y variado anexo donde encontraremos información gráfica y documental que ayudará a al lector tanto a comprender mejor este periodo histórico  como a profundizar en la propia historia de El Esquema Kassandra. Un gran trabajo documental el que realizar el autor. 

El panorama político de Europa en aquellos años era desolador. Alemania ya dominaba gran parte de Europa, pero si Hitler quería ganar esta sangrienta y cruel guerra tendría que invadir a Inglaterra o a La Unión Soviética. Si se decidía por esta segunda opción tendría que tener en cuenta la dureza del invierno ruso, por lo que tendría que ser irremediablemente una guerra muy rápida. Ante el posible ataque aleman, Stalin manda a confeccionar a uno de sus agentes el proyecto Kassandra, un documento donde se detallaba las estrategias a seguir tanto si reciban el ataque de Alemania como si ellos finalmente se decidían por atacar primero. No hace faltar decir que un enfrentamiento entre ambas potencias tendría unas consecuencias brutales para la historia de Europa.

Nuestros protagonistas, Hannah y Simón, se mueven entre un elenco de personajes sobre todo políticos y militares, siendo algunos de ellos reales, como Hitler, Stalin, Churchill...  Tengo que reconocer que con Hannan el autor ha conseguido mantenerme con el corazón en un puño durante toda la novela. He sufrido tantísimo con esa niña judía despojada de todo lo que  una vez conoció para enfrentarse a la dureza y crueldad humana más desoladora... Unos capítulos desgarradores que dotaban de bastante intensidad dramática a la novela. 

Aún así, El esquema Kassandra no es una novela de ritmo frenético, si bien tiene acontecimientos puntuales que inyectan bastante acción a la trama, es aconsejable saborear su lectura para no perderse detalle del complicado entramado político que se está tejiendo en esa Europa sumergida en las sombras de una guerra a punto de convertirse en la peor pesadilla imaginable. Y es que pese a que los países a priori se comprometan firmando "pactos de no agresión", su incumplimiento a la hora de la verdad está a la orden del día. Países como Inglaterra son consciente de las consecuencias catastróficas que les traería una guerra mundial e intentan alejarse del campo de batalla por todos los medios posibles. Pero otros como Alemania y la Unión Soviética parecen no temer a nada. 

Y aquí es donde entra en juego Simón de Haro, un agente de la Santa Alianza que pretende evitar una guerra cuyas consecuencias asolarían a Europa, invadiendo sus caminos de ancianos, mujeres y niños sin esperanza, de soldados mutilados, de cuerpos inertes sin futuro... ¿Lo conseguirá?

Con una prosa sencilla y ágil, Anastasio FdH teje una historia de espionaje y de corrupción a la que vez que perfila un retrato estremecedor de la penosa situación de los habitantes de la Unión Soviética de Stalin. Pero además, El esquema Kassandra es una novela conmovedora sobre la capacidad de superación del ser humano. Una historia de amor, de amistades inseparables, de familias destrozadas por la crueldad del hombre...  

"Para convertirse en un panorama frío e inhóspito, salpicado de grisáceos edificios de hormigón, espartanos, sin vida, sin historia. Sólo palidecían algunas casas del tradicional Pillau que se alternaban con muchos huecos, edificios ausentes, solares vacíos llenos de matorrales... heridas que revelaban la triste historia de aquel mutilado pueblo. Y aquel faro, que ahora languidecía junto a una desoladora compañía. Los amablesmástiles de madera de las barcas de pescadores se habían transformado en un mar de puntiagudas antenas y equipos de comunicaciones militares. Los cascos de madera barnizados a mano se desvanecieron para convertirse en horribles cascos metálicos de color gris con nutridas manchas de óxido. En la playa ya no jugaban las gaviotas. Las amapolas no se atrevían a crecer. Ya no se escuchaba a los niños corriendo por el Kurfuersten-Bohlwerk... Pillau, o como quiera que fuera su nuevo nombre, se había convertido en una base militar, sede de la Flota Roja del Báltico..."

* Gracias a Atanasio FDH por el ejemplar