El nombre propio de la felicidad

Tras el éxito de "Las hojas de Julias" y "La foto de Nora" vuelve María Jeunet con El nombre propio de la felicidad, una historia sobre el amor y la amistad ambientada en las mágicas calles de Paris.  

Resumen

Mientras Nico, antaño un joven escritor de éxito, trata de arreglar la vida de los que le rodean, la suya va cayendo en un pozo del que cada día le resulta más difícil salir: hace años que no escribe, acaba de mudarse a una polvorienta buhardilla parisina y para conseguir un dinero extra trabaja en el metro de Paris. 

Sus inesperados nuevos amigos y el dibujo abandonado por una chica misteriosa en los túneles del metro serán los detonantes para que Nico decida, por fin, dejar de preocuparse por el bienestar de los demás y acometa la tarea de su vida: alcanzar su propia felicidad. 

El nombre propio de la felicidad es un cuento de hadas contemporáneo con un protagonista honesto, inocente y optimista que adorarás desde la primer página. 

Impresiones

Tengo cierta predilección por Paris. Y cuando me encuentro una historia romántica ambientada en sus calles... suelo sucumbir a la tentación con bastante facilidad. Todos tenemos nuestros puntos débiles. 

Nico vive en una pequeña buhardilla en el corazón de Paris. Es escritor, o al menos lo fue... Tuvo la fortuna de que su obra resultase ser todo un éxito de ventas que cautivó tanto al público infantil como a la crítica. Pero han pasado varios años desde entonces y los editores se impacientan. Nico está bloqueado. No sabe que escribir. Y necesita el dinero... los ingresos por los derechos de autor de su primer cuento apenas dan para pagar la residencia de su madre. No le queda más remedio que buscar un nuevo trabajo. Y cosas del destino, termina en el departamento de seguridad del metro de Paris. Allí, observando día tras día las cámaras de seguridad encontrará la inspiración para su nuevo cuento. ¿Su musa? Una chica de aires taciturnos... 

Nico es una persona muy especial. Empático y generoso hasta el extremo de priorizar las necesidades de los demás antes de la suyas propias. Él es feliz haciendo feliz a los que le rodean. Y con esta personalidad no es de extrañar que pronto conecte con cada uno de sus compañeros de trabajo e intente ayudarles en la busqueda de su felicidad. Así es como intenta que vuelva a sonreir su jefe, un hombre solitario; a que su amiga, que cocina a las mil maravillas, pero es incapaz de cumplir su sueño o animar a su compañero a que luche por el amor de su vida, que perdió por inmadurez...

Cómo os decía, Nico es escritor pero está bloqueado hasta que conoce a una chica misteriosa en los túneles del metro. No conoce nada de ella, ni siquiera su nombre, pero sabe que es especial. Muy especial. Aunque parece tremendamente triste... Un día,  observando a través de las cámaras, ve como tira a la basura una nota. Cuando se hace con ella, descubre que es un dibujo... descubre que puede volver a escribir. Tiene una idea y es buena. 

El nombre propio de la felicidad es una novela sencilla y amable donde el amor y la amistad se pasean por sus páginas demostrandonos que la vida, si ellos están presente, es mucho más agradable. Como si de un cuento se tratara, Nico nos muestra las claves de la felicidad y nos anima a buscarla. 

La historia ocurre en el presente, aunque tiene algunos flashbacks al pasado que nos permiten conocer la infancia de nuestro protagonista y así entenderle mejor. 

En cuanto a la ambientación... sencillamente exquisita. María Jeunet nos tralada a París con su estilo fresco y ágil. Narrada en primera persona, es una novela ágil, entretenida, de fácil lectura... Un cuento de hada que nos habla sobre el amor y la amistad. Un relato dulce y entrañable pero al que le falta algo de "chispa". Si bien he disfrutado mucho con las relaciones entre Nico y sus compañeros de trabajo me ha faltado algo más de... romanticismo. No he conseguido conectar con la pareja en ningun momento. No me convenció la forma en la que se cruzan sus caminos ni como ellos deciden caminarlo... 

Pero si he disfrutado mucho con los personajes que transitan por esta novela. Desde Karim a Carol, todos y cada uno de los amigos de Nico es tremendamente adorable. Y todos muy naturales, tan normales y espontáneos que es fácil sentirte entre ellos, una más del grupo. Esto ayuda a sentir al lector que es posible ser "feliz" si realmente sabemos lo que queremos y luchamos con todas nuestras fuerzas por conseguirlo. No estamos ante la típica historia "rosa"... en El nombre propio de la felicidad la amistad es realmente la protagonista. 

"Érase una vez, en una increíble ciudad llena de luz, un chico muy desgraciado. Vivía en un pequeño apartamento y tenía por vecinos a una familia de ratones. Ganaba lo justo para comer dos veces al día e ir al cine una vez al mes. Pero, un día, su suerte cambió"

* Gracias a la editorial Planeta por el ejemplar