El otro hijo

Sharon Guskin aterriza en el mundo literario con El otro hijo, una novela que trata un tema tan delicado como es la reencarnación invitándonos a reflexionar sobre poder del amor. Un thriller con un toque paranormal que llega a España avalado por la crítica internacional y las cifras de venta.  

Resumen

Un psiquiatra con muchas preguntas, un niño que podría encerrar las respuestas y dos madres que tendrán que cuestionarse sus vidas. 

¿Qué harías si tu hijo te dijera que ha vivido otra vida y quiere regresar a ella, que quiere volver con su otra madre

Janie sabe que con su hijo Noah nada es fácil. Por las noches sufre pesadillas tan espantosas que incluso ella se asusta. Todo el mundo le dice que es una fase pasajera, pero la situación solo parece empeorar. Hasta que un día Janie recibe la llamada del colegio para que vaya a recogerlo de inmediato. Y la vida se para. 

Para el psiquiatra Jerome Anderson la vida tal y como la conocía también se ha detenido. Su médico le ha confirmado que le queda poco tiempo, pero Jerome no piensa que todo esté acabado. Ha dedicado su existencia a buscar algo más allá de lo que todos pueden ver o percibir. Y con Noah cree que lo ha encontrado. 

Muy pronto, Noah, Janie y Jerome llamarán a la puerta de una mujer a la que ninguno de ellos conoce y, cuando esa puerta se abra, todas sus preguntas encontrarán respuestas. 

¿Qué sucede tras la muerte?

Una historia emotiva llena de suspense marcada por el profundo vínculo que se crea entre una madre y su hijo. 

Impresiones

Lo reconozco: cuando lo vi en el catálogo de novedades de la editorial no me llamó nada la atención. Soy bastante escéptica y no parecía ser una lectura para mi. Sin embargo, las buenas reseñas no tardaron en llegar a la blogosfera. Algunas de ellas, por blogueros en los que confió casi ciegamente. Así que decidí darle una oportunidad. Y me sorprendió. Vaya que si lo hizo...

Noah es apenas un niño de cuatro años que pide con insistencia ver a su madre y volver a su casa. La peculiaridad está en que se lo pide a su madre y ya está en casa. Al principio Janie, su madre, no le da demasiada importancia, pero con el tiempo se da cuenta que realmente su pequeño está sufriendo y esa angustia se materializa en pesadillas recurrentes que sufre prácticamente cada noche. Además, es un niño extremadamente "especial". Tiene pavor al agua, tanto que sus profesoras le llaman la atención a Janie preocupadas por su bienestar y además parece demasiado listo, mostrando conocimientos impensables para un niño de esa edad. 

Aunque es consciente de su peculiaridad, piensa que con el tiempo cambiará, sólo es una etapa pasajera... hasta que es expulsado de la guardería a la que asiste. Entonces Janie no tiene más remedio que afrontar la realidad, reconocer que el pequeño Noah tiene un problema. Así comienza un arduo camino que le llevará a visitar a los mejores médicos y psicólogos del país. Pero nadie parece poder ayudar a Noah hasta que conocen al psiquiatra Jerome Anderson, cuyas investigaciones en el campo de la reencarnación le han costado el rechazo de sus compañeros de profesión, pese a sus indudables resultados. Sin embargo, para Janie será ese faro en la oscuridad capaz de iluminar el camino que deben seguir, guiarles hasta conseguir devolverle la paz y tranquilidad a su pequeño Noah.

A lo largo de su carrera profesional, Jerome ha estudiado numerosos casos de niños que dicen haber vivido otras vidas. Suelen ser menos de 6 años y conservan marcas de nacimiento aparentemente normales pero que están conectadas con las heridas que le causaron la muerte en la otra vida. Aunque existen casos por todo el mundo los más representativos tuvieron lugar en los países asiáticos. Hay que tener en cuenta de que se trata de una cultura que ya cree en la reencarnación, por tanto es motivo de orgullo para la familia. No suele ser el caso de otras culturas, mas escépticas con estos asuntos, como la estadounidense. 

Muchos de estos casos investigados por Jerome se recopilan en la novela, alternándose con capítulos dedicados exclusivamente al presente, a la historia de Noah. Estos últimos, narrados en tercera persona, suelen ser  breves y de fácil lectura gracias al lenguaje sencillo y ágil de la autora. Aunque al principio me costó un poco conectar con la historia, según nos adentramos en la trama, la narración cobra bastante vitalidad llegando a absorber al lector.  Cuenta con un elenco de personajes, todos bien perfilados psicológicamente,  que sin lugar a dudas cautivará al lector, sobre todo Janie, una madre soltera que demuestra una entereza y valentía admirables.  Y así, poco a poco, no sólo me adentré en los secretos de Noah, si no también en los que oculta el propio Jerome, que se involucrará en este caso como pocas veces lo ha hecho en su vida.

Sharon Guskin debuta con esta novela demostrando una sensibilidad exquisita a la hora de tratar un tema tan delicado como el de la reencarnación. Todo un acierto por parte de la autora y uno de los puntos fuertes de la novela junto con su capacidad de transmitir las emociones que anidan en sus personajes, como la desesperación de una madre que ve sufrir a su hijo o la tristeza de una perdida irreemplazable... Si algo derrocha El otro hijo es emoción. Sin embargo, la autora deja algunos interrogantes abiertos que le restan coherencia a la trama. Y es una pena, no llega a ser una novela redonda, pero si una debut literario bastante aceptable. 

Sencilla, fresca y emotiva. Sharon Guskin nos invita a reflexionar en El otro hijo sobre el poder del amor, esos vínculos transparentes capaces de mover montañas, de sobrevivir a la mismísima muerte. Suspense e intriga, emoción y dulzura, son algunos de los ingredientes con los que cocina la autora esta historia que no dejará indiferente a nadie. 

"¿Quién era él para jugar con vidas, pasadas y presentes, como si fuese un dios? Cuando las personas no están hechas para recordar. Por eso la mayoría no recordamos. Las personas están hechas para olvidar. Lete: el río del olvido. Solo algunas almas perdidas han olvidado beber de sus aguas sanadoras, se han olvidado de olvidar"

* Gracias a la editorial Suma de Letras  por el ejemplar