La mujer del reloj

Todos hablan de Álvaro Arbina, el joven arquitecto de 26 años que ha conseguido con su primera novela conquistar tanto a la crítica como al público aficionado al género histórico. Hoy mis impresiones de La mujer del reloj. 

Sinopsis

Febrero de 1808. Las tropas francesas llevan meses acantonadas en España. Se respiran aires inciertos y nadie sabe cuáles son las verdaderas intenciones de Napoleón. 

Cuando Franz Giesler, partícipe de una conspiración que mantiene en jaque al Imperio francés, aparece cruelmente asesinado, su hijo emprende un largo y peligroso viaje a través del país en guerra. El rastro de su padre le sumergirá en una trama de proporciones insospechadas, un complejo mecanismo de relojería cuyo eje, un terrible secreto, podrá hacer tambalear el futuro de Europa. 

A lo largo de su búsqueda, desde la Vitoria ocupada, pasando por el Cádiz de las Cortes, hasta el Madrid de la hambruna de 1811 o la desconocida isla prisión de Cabrera, el joven Julián se descubrirá a sí mismo y el papel que le ha tocado desempeñar en el tablero de la Historia. 

La mujer del reloj es a la vez una fascinante novela de iniciación y un emocionante thriller histórico de Álvaro Arbina, un joven autor con un talento narrativo extraordinario. 

Impresiones

Cuando La mujer del reloj llegó a mis manos, gracias a un sorteo organizado por Lectora de Tot, mis expectativas estaban por las nubes. Habían pasado meses desde su publicación y mucho eran los bloggers conquistados por la pluma de este joven escritor. Hoy puedo decir que Álvaro Arbina ha pasado a mi lista de escritores nacionales a los que seguir muy muy muy de cerca. 

1808. Una misteriosa huida a caballo por el Camino Real. El jinete custodia unos importantes documentos que debe dejar a buen recaudo. Pero sus perseguidores cada vez están más cerca y finalmente un encapuchado le alcanzará, robandole algo más que el contenido de sus alforjas. 

Esta inesperada muerte dejará a Julián Aldecoa Giesler, ya huérfano de madre, solo y desorientado. Sin previo aviso, su mundo se desmorona y tan sólo contará con el cariño de sus vecinos, Pascual y Teresa, y la hija de ambos, la dulce Miriam. Pero el joven Julián sospecha que tras la muerte de su padre se esconde más que un simple robo, tan habituales por aquella época. Pero no será fácil descubrir la verdad pues en el camino le espera un hombre cruel y sin escrúpulos, dispuesto a acabar con la familia Giesler y su legado. 

Serán tiempos difíciles, donde la pobreza asolará a unas tierras ya mermadas de por sí. Las tropas napoleónicas, con el permiso de la monarquía española, se han instalado en el país. Solo es una parada en el camino ya que su objetivo es Portugal. Pero los meses pasan y las tropas, totalmente asentadas en España, parecen no querer moverse del país. Y mientras tanto el pueblo es obligado a alimentar a los soldados que acaban con lo poco que les queda, robándoles a veces incluso la dignidad. Pronto la situación se hará insostenible y algunos hombres se esconderán en las montañas donde iniciaran su particular guerra. Parece la única oportunidad de echar al Francés de un país abandonado a su suerte. 

Y mientras el país se embarga en una guerra, Julián intentará descubrir los secretos que ocultaba su padre. Para ello deberá abandonar su ciudad natal, Vitoria, y adentrarse en un país desolado. Madrid, Cádiz y Cabrera serán los escenarios por los que se desarrollará esta novela de ambientación histórica que nos mostrará como se vivía en la España ocupada por los Franceses. Perfectamente documentada, seremos testigo del asentamiento de las tropas francesas, del "engaño" de Fernando VII y de cómo Jose I, hermano de Napoleón, llegó al trono de España. Asimismo, nos adentraremos en el mundo de las guerrillas y su particular guerra de desgaste que acabo finalmente con la expulsión de las tropas francesas de territorio español.

Así pues, la trama de La mujer del reloj transcurre durante la Guerra de la Independencia de forma lineal. Arranca tres meses después de la llegada de las tropas francesas a la península y se prolonga hasta la batalla de Vitoria en junio de 1813. Durante estos años, de la mano de Julián, viajaremos por el país, de norte a sur, descubriendo una parte de la historia familiar que el joven desconoce por completo. Y es que su abuelo es nada más y nada menos que el fundador de una orden secreta que tiene en vilo al propio Napoleón. 

No os dejéis engañar por la juventud de este escritor. Ni tampoco por ser su primera novela. Álvaro Arbina ha construido una historial de aventuras con tintes de novela negra y en la que no falta una buena historia de amor, para los más románticos. Si, es de esas novelas que aunque se encuadran en el género histórico tiene un poco de todo, lo que la hace aún más atractiva para los lectores. 

Narrada en tercera persona con una prosa sencilla, fluida y ágil, se divide en cuatro bloques con un total de 58 capítulos, un prólogo y un epílogo, todo perfectamente hilado. Álvaro Arbina demuestra gran habilidad a la hora de tejer una historia con fuerte trasfondo histórico sin restar agilidad y ritmo a la lectura. La labor de documentación es excepcional y  la ambientación exquisita. Abundan las descripciones tanto de lugares como de costumbres de la época pero sin ser cargantes. Además los personajes están perfectamente perfilados, con mimo y cuidado, mostrándonos la evolución sobre todo en Julián, su personaje principal, al que conocemos siendo apenas un chico de dieciséis años que lo ha perdido todo hasta convertirse en todo un hombre, con sus ideales siempre en el horizonte. Todo ello nos hace indicar que nos encontramos ante una novela de las que no se olvidan fácilmente. 

Y es que La mujer del reloj es una de esas novelas soberbias, redondas, donde todo está cuidado al máximo detalle... Todo un derroche de elegancia y talento el que muestra este joven escritor introduciendo giros argumentales que nos llevan a un final coherente que no desluce para nada el delicioso camino que hemos recorrido. Historia y ficción se funden en esta magnífica novela de aventuras que muestra gran solidez, pese a la juventud de Álvaro Arbina. No me cansaré de recomendarla a todo tipo de lectores. 

"Amanecía. Las primeras luces del alba emergieron difusas y tímidas, iluminando el manto de niebla que cubría el paisaje helado. Los campos se despertaron cubiertos de escarcha, y el camino que los cruzaba estaba tan endurecido por el frío que hubiera crujido a la más mínima pisada. Ni una sola brizna de viento rompía el silencio. Un silencio profundo pero débil al mismo tiempo, susceptible de romperse con un ligero silbido con un leve movimiento. Parecía que el tiempo se hubiese congelado, detenido en su letargo"

* Gracias a Ediciones B por el ejemplar