Las tres pasiones

¿Obligación o elección? Hablar de religión no siempre es fácil y Elif Shafak lo hace en Las tres pasiones demostrando gran audacia. Y para ello se vale de una prosa exquisita y una linea argumental fascinante. Una novela que cuestiona nuestro concepto de la libertad. 

Sinopsis

Érase una vez un sultán que una noche de tormenta empezó a leer unos espléndidos poemas del gran Nefi. De repente, un rayo alcanzó los jardines del palacio, y el hombre pensó que aquello era una maldición. Rompió en mil pedazos las páginas del libro, las lanzó al Bósforo y ordenó la muerte del poeta. Desde entonces, las aguas de ese mar son tan negras como la tinta de aquellos poemas perdidos...

Ignorancia y poder: una mezcla explosiva que puede provocar mucho dolor inútil, y de eso nos habla Peri, una joven que vive a caballo entre Estambul y Oxford, lidiando con las ideas políticas del padre y la devoción religiosa de su madre. La chica duda, investiga, y finalmente cree haber encontrado un camino hacia la verdad cuando encuentra a un profesor excéntrico, que estimula a sus estudiantes con preguntas siempre nuevas. Su guía son las tres pasiones que según Bertrand Russell mueven los destinos de los humanos: el deseo de amor, la búsqueda del conocimiento y la compasión por el dolor ajeno. La teoría tiene sentido, el reto es apasionante, pero habrá que ver cómo actuar cuando estas tres pasiones choquen con una realidad donde el deseo pide paso. 

Impresiones

Cuando me sumergí en Las tres pasiones no conocía nada de su autora. Ni una sola referencia de Elif Shafak. Me dejé llevar por su sinopsis que nos habla de una mujer entre dos océanos aparentemente tan distantes como inesperables, la política y la religión. Esa fue la semilla que germinó, así nació el interés por esta novela. Y si, también ayudó mucho que estuviese ambientada en Estambul, una ciudad que me cautivo hace unos años ya, pero cuyo amor sigue intacto. 

Estambul, 2016. Nuestra protagonista, Nazperi Nalbantoglu, conocida como Peri, se encuentra en un tremendo atasco. Para los que no conocéis la ciudad, es algo más que habitual. Junto a su hija mayor se dirige a una importante cena a la que acudirán personajes de la alta sociedad. Allí ya la espera su marido, un empresario de éxito. Peri tiene treinta ocho años y disfruta de una vida tranquila y acomodada en una de las ciudades más caóticas del mundo. Pero no siempre Peri fue una mujer decorosa. Cuando unos "pequeños" ladrones le roban el bolso algo cambia en su ser desempolvado recuerdos olvidados. Este incidente no le impide incorporarse a la fiesta aunque la noche no ha hecho más que empezar. 

Así arranca esta novela ambientada en la ciudad a orillas del Bósforo. Una noche en la que Peri se verá sacudida emocionalmente por recuerdos de un pasado que creía tener olvidado. Estos capítulos en los que viaja al pasado se van alternando con los del presente, que se desarrolla durante esta única noche. 

Peri nació en el seno de una familia humilde. Es la más pequeña de tres hijos, dos varones y una hembra. Su padre es un hombre que cree ciegamente en el poder del conocimiento, mientras que su madre, con una fe inquebrantable, sostiene su vida en un único pilar, Dios. Como os imagináis, no se trataba de un matrimonio especialmente feliz. Ambos conciban la vida de forma tan distinta... Por ello, no es de extrañar que en la vida de Peri se repita una constante: sentirse en una encrucijada, entre dos caminos, entre dos creencias. 

Cómo os decía, el padre de Peri es un hombre que cree en la ciencia que mira a la religión con escepticismo. Por ello, el mayor sueño de su vida es enviar a su querida pequeña al mayor templo del saber, la Universidad de Oxford. Allí conocerá a un excéntrico profesor que le hará cuestionarse sus creencias. 

Aunque Oxford es la antítesis de Estambul, allí volverá a encontrarse con esas dos posturas irreconciliables. Si antes la veía en sus padres, ahora será en sus dos mejores amigas. Shirin es una joven iraní muy atractiva que no cree en Dios a diferencia de Mona, que utiliza pañuelo en la cabeza y lleva una vida decorosa, por convicción. Y una vez más, en medio Peri, y su indecisión. Nuestra protagonista parece sentirse siempre oscilando entre dos modos de vida, entre dos mundos opuestos. Y ella es consciente... y sufre por su indecisión. 

Es precisamente gracias a Shirin que conocerá a Azur, un excéntrico profesor conocido por impartir un método de enseñanza que se aleja de cualquier convencionalismo. Él sacude el interior de las personas, le invita a cambiar... y aunque cuenta con muchos devotos, también tiene detractores que les acusa de destrozarles la vida. Pese a las advertencias de Troy, Peri se apuntará al seminario que imparte Azur sobre Dios, pues intuye que podrá encontrar las respuestas a tantas preguntas sin resolver. 

Las tres pasiones está narrada con suma elegancia. Elif Shafak nos regala una novela audaz, inteligente, fascinante... en la que trata temas tan delicados como el fanatismo religioso. Pero también nos planea cuestiones de actualidad como el uso del pañuelo. También se habla sobre la familia, la tradición, la educación de los hijos y la dificultad de convivir con personas que tienen una creencia distinta a la nuestra. Y llegados a este punto quiero aclarar que no es una novela cuya trama gire en torno a la religión. Más bien del papel que está desempeña en nuestras vidas, como nos une y nos separa a otras personas, cómo nos afecta o nos salva. 

Mención especial merece la panorámica que hace Shafak sobre la actualidad de Turquía y los problemas a los que se enfrenta tanto en el ámbito de la política como en el de la religión. Asimismo cuestiona tópicos que nos afectan constantemente a las mujeres y tacha a la ignorancia y al poder de ser una mezcla fatal. 

Las tres pasiones es una de esas novelas que nos invita a reflexionar pues va mucho más allá del simple entretenimiento. Por ello, es aconsejable leerla pausadamente, madurando las ideas que nos plantea, cuestionándonos junto con Shafak aspectos tan actuales como el papel de la mujer en la sociedad o el poder de la religión en nuestro día a día. 

"El tiempo, cual sastre habilidoso, había cosido a la perfección las dos telas que revestían la vida de Peri: lo que los demás pensaban de ella y lo que ella pensaba de sí misma. La impresión que causaba y la percepción que ella tenía de su persona se fundían en un todo tan homogéneo que ya no era capaz de distinguir qué parte de cada jornada era definida por lo que los demás deseaban para ella y qué parte por lo que ella realmente deseaba"

* Gracias a la editorial Lumen por el ejemplar